Todos necesitamos un pequeño lugar en el que descansar; una casa en la que poder refugiarse de las inclemencias. Es bueno tener un techo que nos proteja de hablar un ratillo, que nos permita recuperar el aliento. "No, es que soy gay", dice Tom. Los techos, existen, son esas definiciones de uno mismo que hacen que la situación pese menos sobre el hablante. Tom, ya no necesita aullar como sus compañeros de obra, está justificado que no se sienta escitado con la loba de turno. Pero claro, Tom también va a ser objeto de burla e incluso desprecio en otros momentos. Puede que se lo merezca porque es realmente gay. Pero también pudiera ser que no fuese realmente gay, que simplemente le gustasen más los hombres que las mujeres y que sufra bromas sólo por meterse bajo el techo equivocado. Es decir, que es importante escoger el techo que nos ha de cobijar, porque ese techo no será nuestro sino de todos los que bajo el se cobijan. Antes de aceptar cualquier techo, hay que informarse de lo que conlleva.
Por ignorante, acepté ser patafísico, y no es que me disguste serlo. Pero tampoco me es totalmente agradable. Es cierto que me interesa investigar las cosas que pasan alrededor, pero no me interesa tener que usar bufanda, llevar gafas de pasta y fumar en pipa. Hay unos aires esteticistas en la patafísica que no me llaman. Y, tal vez, resulte que yo sea más patafísico que el propio Doctor Faustroll. Pero no me siento cómodo entre los patafísicos, así que si alguien me quiere sentar entre ellos, que lo haga porque le apetezca. Mientras, fromoze, será un pseudo.
¿Qué es ser un pseudo? Seguramente no les interese, pero entonces, no tienen más que dejar de leer. Si le interesa, búsquen la palabra por diccionarios. El que más información da al respecto es el Diccionario de uso del lenguaje María Moliner, que dice algo como :cosas a las que el nombre en cuestión se ha aplicado, o se aplica, sin propiedad por su semejanza con la cosas que lo lleva propiamente. Imagino que lo entenderán si prestan la suficiente atención. Otro problema, es el origen de los pseudos. Los pseudos somos los que hemos conocido el pseudismo, una manera de pensar que hemos aprendido de la observación de las cosas con sentido común y en silencio. Se dice que un tal Señor Q fue el primer pseudo, pero no está muy claro.
Mi contacto con esta manera de pensar fue accidental, en un paseo, en el desplazamiento de la vista por enrevesados caminos. Una marca en el camino, llamó mi atención y se la presté. Mientras no me la devuelva, seré otro pseudo más. Sí, no soy el único, aunque por desgracia, no tengo a ningún otro pseudo a mano para que pudiesen observar mejor el ejemplar.
1 comentario:
U sease, que parece que sigues un camino pero realmente no es tu sitio?
Ah! y eso de patafísico.... tiene que ver con los patos o (lo màs probable) es una corriente metafísica de la cual lo desconozco todo?
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