Haciéndome eco de Barrapunto en una labor pediorística que no me hace nada feliz, comentaré esta noticia en la que se comenta una de las múltiples patentes que tienen los pesados de Microsoft sólo por joder al resto. Se trata de guardar los documentos de un procesador de textos en formato XML. Un procedimiento que usan tanto Abiword, como Kword o OpenOffice.org porque es la mejor manera de que los documentos se guarden de forma estándarizada. Es decir, la forma de asergurarte que de un ordenador a otro se mantenga la misma presencia del documento. Tema que a los usuarios de los 'productos' de Micro$oft les puede sonar a chino.
Esta solución que han adoptado todos los procesadores de texto que se hacen con cabeza y no con objetivos comerciales, es realmente buena. Ello te permite que la edición de un documento en otro procesador de texto sea sencilla y no de problemas. Una libertad de herramientas que choca de frente con el desinterés por el usuario que demuestran los de Redmond; quienes tienen la jeta de que dos procesadores de texto como MS-Works y MS-Word no usen formatos de textos compatibles. Bueno, Works somporta también los .doc pero los exporta de aquella manera.
No negaré nunca que los Micro$oft tienen unos grandes tiburones. La táctica de tener MS-Works y regalarlo en equipos con MS-Windows presinstalado es 'sublime', ya que el usuario se queda contento hasta que sus amigos se empizan a quejar de que no pueden ver bien lo que le manda... de tal modo que se va hacia MS-Office de nuevo (pagando o sin pagar, eso no importa) y consiguen mantener el monopolio en la Ofimática con usuarios concienciados de que los que no sea MS-Office es maalo. La misma táctica que les lleva a no hacer jamás de los jamases un navegador que soporte los estándadres de la red. Porque quieren que los usuarios de a pie, muchas veces verdaderos analfabetos informático, piensen que todo lo que no es de Micro$oft es malo.
También está muy bien su táctica de enfurecimiento constante de las masas evangelizadoras del Software Libre. Con ello consigue cosas como esta, que pierda el tiempo hablando de ellos, es decir, dándoles publicidad, que da igual que sea mala. Y así, pasamos de quejarnos a causa de la baja calidad de sus productos a quejarnos por mal endémico de envidia y odio irracional. Pero vamos, que uno se esfuerza en seguir la doctrina de no hablar mal de ningún producto de Micro$oft, y es fácil mientras no tienes que tocarlos o mientras no te vienen a tocar a ti en tu mundillo feliz.
No creo que nadie me pueda decir que me quejo de Micro$oft visceralmente salvo cuando, como hoy, me recuerdan lo pesados que son y lo mal que lo llevamos en nuestra Unión Europea Banananera. Pero lo que tengo cada día más claro, entre el descubrimiento de la múscia libre y la carencia de problemas que veo en el mundo que auguran los gurús de nuestros movimientos es que menos quiero saber de Micro$oft y su mundo en el que, citando una frase magistral de xmanoel, "se obliga a buscar dinero antes de poder poner en práctica las ideas."
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