29 diciembre 2004

Comportamientos extraños, viciosos y petardos, viciosos.

Dándole vueltas a la cabeza, me parece extraño el vicioso comportamiento de los usuarios de Widnows que no le dan nada a Microsoft porque usan todos sus productos crackeados. Vale que no quieran abandonar el uso de su precioso Sistema Operativo MS Windows porque no se quieren 'complicar la vida'; vale que se nieguen a estar usando una versión obsoleta y no duden en conseguir lo último con su correspondiente crack. Pero, ¿por qué una vez aquí siguen crackeando todo lo que encuentran?


El MS Office de turno, el Nero ultimísima edición, un necesario ACDSee, el deslumbrante Photoshop que alguna fiesta ejecutan, el intocable AutoCAD o la última versión del PowerDVD; parece el complemento indipensable de cualquiera instalación crackeada de ese software pirata que es el LosedozeXP. Porque el pirata no es el que lo crackea, si el que lo fabrica saltándose leyes, licencias y éticas varias, fomentando el uso indiscriminado de los Serial. No se duda en crackear el antivirus (siendo ellos los fabrican los viruses, ¡no lo íbamos a hacer!), ni el Ópera, ni el Visual Studio .Net...


...y llegamos al comportamiento extraño, el del programador que piratea el Visual Studio .Net para implementar, como no, software de código cerrado, binarios que venderá si se tercia la ocasión. Comportamiento que no es extraño si nos planteamos aquello de que 'en casa del herrero, cuchillo de palo' a pesar de que en este caso sería lo de 'no tirar piedras sobre el propio tejado'.


Los petardos, somos los que le instalamos el Abiword a la amiga que se a cargado el MS Office y no puede hacer los trabajos para sus clases. Se queda contenta y asombrada de que puede hacer todo lo que hacía antes sin problema; pero no es feliz hasta que otro volver a tener bien crackeada y medio funcional su Office de siempre (o lo que es lo mismo, 3 programas que nunca toca y 1 que le da el mismo servicio). Los que aconsejamos el Firefox al que está contento con su Explorer porque la barra de Google le bloquea todo, pero no durará en upgradear su Explorer en un año o más a la versión 7 para disfrutar de novísimas características pasadas de moda. Los que instalamos el Clamwin para salir del paso de una infección, porque luego hay que cambiarlo por uno mejor.


Es cierto que los petardos también somos viciosos, y nos cuesta reconocer que un programa de código cerrado ofrece algo mejor que uno libre. Somo viciosos del Software Libre, de poder confiar en personas desconocidas que no nos ofrecen nada para confiar en ellos más que soluciones para nuestro trabajo diarío, respuestas a nuestras preguntas, orejas para nuestras ideas y agradecen que descubramos fallos en su código. Somo viciosos de un sistema mercantil post-capitalista en el que se abandona el pago por un 'producto' a favor del pago por una 'solución'.


El vicio, parece inevitable, pero lo extraño y lo petardo son dos variables. Para mi, los extraños son los que se cierran a algo de sentido retorcido y son incapaces de ver como nuestro 'idealismo' está plasmado en piezas de software reales. Para otro, el petardo de turno es el que me quiere vender su idealismo, su flor de un día frente mi ferreo y estable sistema de vida.


La pregunta que me hago es si la 'utopia' que persiguen ambos vicios es la misma ciudad aunque con diferente gobierno.


2 comentarios:

Reset Reboot dijo...

Eso como un colega mio que dice: "Además, eso de tener metido en mi ordenador software por valor de 8 millones de las antiguas pesetas me da mucho morbo." como razón de no pasarse al "bando Linuxero". O esa gente que atasca la red a base de eMules y cia para bajarse cantidad de software pirata que luego... no usan. Y si, es cierto que el software libre no siempre es tan sencillo, intuitivo o incluso tan potente como otros privativos (El GIMP vs Photoshop en ciertos entornos profesionales) pero creo que a veces hay que intentar "atraer" a la gente para conseguir algo que, en mi opinión, es un bien y una mejora de este mundo de la informática... a veces es la intención que hay en algo lo que cuenta, no su superioridad o facilidad de uso.

Xose Ramos dijo...

La típica comparación entre Photoshop y Gimp: Para la mayor parte de los chapuzeros que se dedican al retoque fototgráfico, les daría igual, porque total tampoco es que dominen tanto el Photoshop. Y para la mayoría, el problema es que no tienen ni paciencia, ni ganas, ni pueden aprender a usar un programa nuevo.

Pero si el 90% de los usuarios de Word son tan nulos y tienen tan pocas luces que los podías poner a escribir cartas con el Notepad y iban a hacerlo igual de pufero...