12 enero 2005

Camino de los 64.

Mi querido 'musashi' ha renovado sus entrañas. Abandonada la senda del Celeron, ha nacido en su interior un flamante Athlon64 sobre un chipset Via kt800 sobre una Gigabyte. El cambio se debe principalmente a que mi sistema era muy inestable, creo que ya se ha comentado aquí; y en este punto aparece lo interesante de la historia. Como era de esperar, en el último momento, en el que toda la maquinaria hacia el Athlon64 estaba en marcha, conseguí solucionar aparentemente el problema de inestabilidad anterior. No era ya momento para dar marcha atrás, especialmente porque ya le tenía manía al porbre musashi, pero al menos que quede constancia de la aparente solución.


Yo siempre pensé que un micro, cuanto mejor fuese la placa en la que se encontrase, más cómodo estaría y mejor se lo iba a pasar. Pero parece que no. Me comentaba un conocido que su AthlonXP 2600+ en su placa (una muy bruta con 4 ides y no recuerdo que bestialidades más) se calentaba mucho más que en cualquier otra; que el mismo había hecho la prueba con su mismo micro. Y la verdad, es que tiene sentido, ya que si el micro recibe demasiada 'alimentación' claramente lo pasaría mal.


También tengo en cuenta un comentario que mi hizo Mentor en las listas de Galpón sobre las nuevas arquitecturas de microprocesadores. Me contaba que en las nuevas arquitecturas era muy importante el tamaño de las Cachés del micro. Y parece que es cierto, ya que ahora Intel y AMD meten cada vez más y más cahé a sus micros. Mi Athlon64 3000+ tiene dos L1 de 64Kb y una L2 de 512Kb. El Celeron2000 tenía L1 de 12 y la L2 de 128; y los nuevos Celeron D tienen 16 y 256 respectivamente. En este sentido, en el ámbito de las gamas value, están por encima los Sempron que tienen todos sobre 128 en L1 y 256 en L2 o algo por el estilo. Y así, es curioso descubrir como los Sempron y Celeron D compiten con diferentes velocidades y cachés entre sí.


Como último indicio, está el hecho de que mi padre me dijo que trajese su ram (al estar su ordenador funcionando con la mía sin problema) para probar si así acababa con las fastidiosas inestabilidades de musashi. Es una TwinMOS pc2700, con una frecuencia de 333. Al arrancar el ordenador sólo conseguí errores y poder hacer alguna que otra cosa, sólo desde la consola. Iniciar gnome suponía un congelamiento genial de la pantalla. Primero pensé que se me había jodido algo, pero luego, no sé por qué, me inspiré en cambiar la frecuencia de la Ram. La limité a 266 y pude inciar gnome con los mismos problemas de siempre.


Estas pistas me llevaron a limitar aún más la ram, a 200, lo mínimo que me permitía la placa, y entonces, parecía que se me habían acabado las inestabilidades. Es decir, ¿todos mis problemas, que me habían vuelto tan loco, se podrían haber solucionando simplemente limitando la frecuencia de la ram? En el tiempo que tardó en llegar mi Athlon64 estuven dándole uso al musashi sin que se repitiesen problemas anteriores, así que podría pensar que sí.


Queda entonces como moraleja plantear que cuando te montes su ordenador, hazlo equilibrado. Pero si no te quieres complicar la vida además de ganar espacio, cómprate un macmini que está muy bien; especialmente porque no necesitas un monitor DVI como antaño, le sirve un simple VGA!!


3 comentarios:

Reset Reboot dijo...

Esas cosas pasan, pero... ahora podrás colocar tu Gentoo y... ¡hacerla volar a 64 bits! No hay mal que por bien no venga.

;-)

Xose Ramos dijo...

O te bajas la Debian Sarge. Creo que casi todos los paquetes están ya disponibles en 64.

Pero la verdad es que creo que tiene razón Reset... ahora si que tiene sentido recompilarte tus paquetes.

iago dijo...

Bueno, yo estaba pensando en probar la Nintendo 64 :)

Volver a Gentoo es tentador... pero vamos, que lo que debería hacer es pasarme a la Ubuntu 64. Si me he propuesto ser usuario, he de lograrlo :P