17 diciembre 2004

Los nuevos semáforos de Salamanca.

Los semáforos para peatones de Berlín tienen un diseño curioso, y esto se ha explotado haciendo desde chapas hasta camisetas. Tal como en Londres hay camisetas con las señales que se pueden encontrar en el metro más viejo del mundo. Y seguro que algún charro que otro tiene alguno de estos dos recuerdos u otros por el estilo.


Han empezado a aparecer en Salamanca un nuevo modelo de semáforos de peatones. Están animados y tienen diferentes colores. El señor Rojo, está hecho por leds rojos con su posición rígida pero un tanto diferente. El señor Verde está también hecho con leds, verdes en este caso, y se muestra andando de forma animada a grandes zancadas, con el cuerpo inclinado hacia adelante y moviendo ampliamente los brazos. También está el señor Sonoridad, que se hace notar llamando al señor Rojo en su ausencia. Y esto no es todo, porque al estar el señor Verde a dar sus peculiares zancadas, el apartamento superior, propiedad del señor Rojo se llena de leds naranjas que van contando hacia atrás el tiempo que queda para que se cierre el semáforo. ¿No os resulta curioso?


Puede que estos semáforos ya se vean por otros sitios, pero para mi al menos son una novedad. Una novedad que me hace pensar en cosas divertidas, como ir a tomar las uvas de fin de año cerca de uno de estos animosos semáforos. Me hace pensar en lo fácil que es dar un toque de color a las ciudades, y en lo poco que nos esforzamos normalmente en tener curioso el maldito asfalto que a todos vuelve blandos, que a todos convierte en figuras de alquitran.


PS- Escuchen la solución que supone un poco de rock'n'roll.

16 diciembre 2004

Google tambien la pifia programando

Hace unos días hable del Google Desktop (la herramienta de Google que permite buscar datos en el ordenador de uno). Bueno, pues no sólo Microsoft hace programas con fallos.


Yo he encontrado tambien un fallo bastante jodido en Google Desktop : Una de las opciones que incorpora la herramienta es la de mantener los indices del buscador en segundo plano. (Lo que hace es que la aplicación se ejecuta de cuando en cuando automáticamente para buscar nuevos ficheros que se han creado en el sistema).


Esto ha resultado ser un problema: cuando estaba trabajando con ficheros Excel (.xls) y Word (.doc), en numerosas ocasiones no podía ni borrar los ficheros, ni renombrarlos. (Estoy trabajando en Windows 2000, por si es un problema específico de este Sistema Operativo). Siempre que quería renombrar o editar un fichero nuevo que hubiese modificado recientemente, el sistema me decía que había un error ( sharing error ) porque alguna aplicación lo tenía abierto. Yo, que ya había cerrado el Excel y el Word, me preguntaba: ¿ que aplicación podría estar bloqueando mi fichero?


Pues sí, esa aplicación era Google Desktop. El problema no era el que se bloqueara: si no la cantidad de tiempo en que estaba bloqueada. Podían pasar 10 o 15 minutos, y no había manera de poder borrar el fichero. Lo cual se vuelve muy incómodo. ¡¡Joder!! Tengo todo el derecho de borrar ficheros que acabo de crear.


Yo he dejado de utilizar el Google Desktop, porque la verdad es que estaba bastante harto.


Pienso que deberían implementar esto de una manera diferente: para idexar un documento no entiendo que tiene que estar bloqueado, ni entiendo como puede estar bloqueado durante 15 minutos un documento (¿como se puede tardar tanto?).

13 diciembre 2004

La maldita pareja (1)

Mientras desayunaba, he puesto la televisión con la esperanza de ver solamente los goles del fin de semana, pero ciertas noticias generales me han llegado; entre ellas, la portada de El País de la cual el locutor explicó algunos titulares:


El anterior gobiertno pagó 12.000€ a una empresa para borrar la memoria de sus ordenadores


El problema es el de siempre, unos que parece que los escogen por tontos, y otros que hablan gratuítamente sin saber lo que dicen. Y nada de que no tienen porqué saber qué es una memoria y un disco duro, porque a día de hoy estamos hablando de una de SUS herramientas de trabajo. Sería como justificar que un albañil desconozca lo que es un destornillador y su uso porque lo suyo es poner ladrillos.


11 diciembre 2004

Tencious D

Imagino, que muchos conoceréis al menos a uno de estos dos impresentables:



Y si no los conocies, estaros tranquilos porque están haciendo una película, o deberían empezar a hacerla en el 2005, para contarnos cómo se las han arreglado para formar el mejor grupo del universo. No me refiero al Comando G sino a Tenacious D.

Ya se ha hecho una serie televisiba en la HBO, pero vamos, no creo que nos llegue.


Sobre los componentes no voy a contar nada especial. A Barry, digo Jack Black lo conoceréis la mayoría por su participación en High Fidelity, donde logró encarnar a un personaje cautivador que pudimos ver en "School of Rock" aunque no estuviera. Su ausencia fue especialmente grande en la versión española de la película, donde el 'fendidura' destrozó toda su personalidad con un doblaje digno de alguien como él. Su amigo Kyle Gass sólo lo conoceréis los más selectos y eso que sale en Braindead (a.k.a Tu madre se comió a mi perro), además de alguna película más popular* como Evolution o Elf... como último recurso prestaremos atención en King Kong por si no le toca llevar el traje de alfombra...




Pero bueno, yo simplemente iba a comentar que estos individuos tienen un grupo de esos que resulta llamativo... empezando porque están en la Sony, y acabando porque realmente estarían bien para llevarlos a Eurovision. Si, si, superan límites como Alf Poier y Stellios Konstanza aunque no los cúlmenes marcados por Rakintzis y sus amigos con su S.A.G.A.P.O. (os podeis bajar un video con coreografía de la web). Las canciones de Tenacious D son raras y ahí acaba su encanto. De todos modos, juegan mucho con los cambios de ritmillo, tono y otras sonoridades varias con lo que se hacen entretenidas. En cierta manera, parece que Jack retoma lo que hizo triunfar a "Barry Gaye and the Uptown Five", explotar su voz de forma graciosa. 'Tribute' es una de las principales armas del disco, pero me parecen más representativas canciones como 'Lee' -Lee lee, lelele lee, I've a friend named Lee- o 'Karate' -You can be ready I'll kick your ass-, que tienen una letras un tanto patateras pero resultan simpáticas para los guateques.


El disco no se lo recomendaría a nadie... no, no es malo, se deja oír , pero meten por el medio un montón de 'gags' que lo rompen en temas sueltos. No sé, os recomendaría que lo escucháseis por vosotros mismos y acudierais a medios en los que pudieséis conseguir temas sueltos. Incluso, tirar de alguna red de intercambio y luego compensarlo yendo al cine a ver la película. Sí, creo que eso sería lo más justo, en parte como castigo por los gags -que no es que estén mal, pero sí que son harto demasiados, al menos en mi opinión-, en parte porque no sé yo si se podría llamar realmente grupo a esta pareja.





*Popular, dícese de lo que se anuncia en las paradas de los servicios públicos de transporte.

09 diciembre 2004

Pequeño apunte sobre el lenguaje y el idioma japonés.

El Cine que a mi me gusta, se hace en nuestro Oriente. Manos como las de Takeshi Kitano nunca me defraudan. La literatura también me gusta, pero la dejo más de lado porque uno también tiene que asumir su lugar en el mundo. La pintura japonesa, no me dice tanto como Magritte, pero sí me atrapa en la distancia que me impone. El idioma, no lo conozco, pero un pequeña 'introducción' al mismo, me descubre un clave más para comprender el bello lenguaje japonés.


Kitano, tiene una gran virtud, ser consciente de que hace cine; tal como lo son la mayoría de los cineastas orientales. Lo cual, lo pone por delante del cine occidental hecho últimamente por 'narradores de historias', 'conmovedores del público' u 'oráculos de Delfos'. Mi postura respecto al cine daría para un largo comentario que ahora mismo no toca, así que simplemente aceptemos esto: Kitano hace cine frente las historias que nos cuentan desde Hollywood. Y lo ejemplificamos comparando el 'making of' de Dolls (disponible en la versión DVD de la película) donde vemos a un montón de japoneses rodando una película frente cualquiera de los 'making of' de los miles que nos ofrece la triología de El Señor de los Anillos donde se nos cuenta cómo lograron crear ese aspecto que nos hace creernos la película que nos venden. Frente la necesidad de mantener al público sentado o la fuga de las críticas a la ambientación, producción o fotografía; Kitano parece centrarse simplemente en unas imágenes en movimiento, un sonido, un diálogo, una escena, un paisaje. Así, las películas de Kitano las podemos ver mientras otras sólo podemos esperar 'seguirlas'. En Violent Cop, la conversación más dramática, la confesión entre dos amigos de un deshonor, la vemos desde detrás del escaparate, con dos cristales, una calle y paseantes de por medio. Toda la película es una evasión continua de cualquier historia quedándose en un conjunto de retablos que presentan sucesos cirscundantes a ella. Así, tras lo títulos de crédito, recordamos una historia que en un segundo visionado descubrimos que no es mas que una invención del espectador. El cine de Kitano, no cuenta, es cine 'al natural'; una proyección ante la que el espectador se sienta y contempla, una proyección hecha con todas las armas que el cine permite y sin más pretenciones que la de ser cine. Así vemos esta aptitud en todo el cine oriental, donde siempre se usan todos los recursos cinematográficos sin pudor porque se trata de cine. En la introducción de Hero, una mega-producción China, reza al final de la introducción: "esta es una de leyendas..." ; pero en la sala todos hablaban de lo 'fantasma' que era la película por no mencionar comentarios imbéciles como que era 'una defensa del fascismo'. Los occidentales, estamos demasiados acostumbrados a usar la gramática para 'hablar' de cosas.


En cuanto al lenguaje literario, la referencia más amplia que tengo es Murakami Ryu. Un autor que nos impregna sus páginas, nos ensucia de sangre de pescado y de sofoco de tal manera que nos vemos obligados a ducharnos como desearían hacerlo sus personajes. Con un lenguaje tremendamente descriptivo derrumba todo recuerdo de historia por imágenes y sensaciones; no recuerdo qué hacían aquellos niños recogiendo melocotones en el vertedero, pero sí que recuerdo aquellos melocotones. En la literatura, dónde nos puede parecer que es imposible evitar la historia dentro del género de la novela, Murakami no reniega de ella, pero sí que la somete al lenguaje y a la fragmentación de la vida en momentos. Kyoko es considerada su novela más positiva. La positividad de la misma está en el agradecimiento, en lo que los otros pueden hacer por nosotros, la importancia de las pequeñas hazañas. En la intimidad de la novela Kyoko se muestra como una heroína carente de protagonismo; el individuo que vence a través de la alineación de sí mismo en los otros, el agradecimiento del otro como afirmación de la propia existencia. Un mensaje tremendamente positivo, pero un lenguaje atronador, una historia hollywoodiense, la siempre recurrida relación entre la alumna y el profesor de baile: Dirty Dancing, Baila conmigo... pero en este caso no hay amor, sólo agradecimiento, mucho más importante. El baile en manos de un 'marine' cubano y una delicada camionera, unidos sólo por dos momentos en la vida de cada uno. Una historia de miserias envuelta por lo que podría ser 'glamour', una historia que se escapa del lector a través de los prejuicios. Coin Locker Babies recorre el camino de dos niños con el mismo origen pero antagónicas disposiciones vitales, con distintos modos de afrontar el mismo 'trauma'. Y la historia, una vez más, choca contra un juego de retablos. Personajes secundarios y sensaciones de los 'protagonistas', el transcurrir sometido a lo que el lenguaje nos puede contar. Murakamy parece mantener la misma obstinación que Kitano en dejar de lado la historia, porque eso es lo que el espectador quiere y tendrá que luchar por ello. Lo importante es la propia práctica, lo que no nos cansa es estar en el propio lenguaje.


Hace poco leía una pequeña leyenda japonesa. Habla de un maestro espadachín poseedor una espada mágica que lo hacía invencible. Tan importante bien decide legarlo a su mejor discípulo, para ello hace una criba de sus diez mejores discípulos y los entrena duramente para reconocer entre ellos al mejor. Al encontrar al elegido lo llama para entregarle la mágica espada, pero este, tras tenerla entre sus manos se la devuelve agradecido porque prefiere seguir practicando. Como él, los otros nueve, llegado su momento, reniegan igualmente de la espada. ¿Muestra esto un respeto por el medio que en Occidente hemos perdido? Murakami y Kitano, respetan la parte práctica de sus respectivos campos, el lenguaje tanto cinematográfico como el literario. Sus novelas y sus película son salvadas de ser el fin de su trabajo al relegar al espectador parte del mismo; se constituyen como un medio de 'disfrute' por ser inacabadas. Incluso Hana-bi y Coin Locker Babies con sus finales 'apocalípticos' no se cierran porque están abiertas a demasiados personajes, a ser simples sucesos dentro de algo mucho mayor.



Lo más curioso, lo que me ha llamado a escribir este comentario, es descubrir en el idioma japonés una carencia gramática. Mis conocimientos sobre el mismo son muy limitados, todavía en el grado de nulidad, y tal vez sea totalmente equivocada mi idea. Pero la sensación, de calma y reposo, de felicidad, no la puedo evitar. Veo en el japonés un idioma simplicadamente nominalista, un idioma capaz de páginas tan bellas como las dos primeras de A discurse by three drunkards on government de Nakae Chomin. Sólo he leído una traducción al inglés, pero la simplicidad de las frases y el vocabulario resulta deliciosa, y juntándolas con mis suposiciones sobre el idioma original me hace soñar con la armonía de palabra y cosa que tanto me falta en otros escritos.